IV CONGRESO, (7 al 10 de septiembre de 1983)
El IV Congreso Hemisférico de Cámaras de Comercio e Industria Latinas concluye que la recesión y crisis financiera internacional, la mala administración de los recursos del estado, la falta de una auténtica concertación a nivel interno entre las diversas fuerzas comunitarias y el ataque sistemático a que ha sido sometido el régimen de economía de mercado en América Latina, están debilitando la libre empresa y conducen a un proceso de estatización en todos los países, con grave riesgo para el mantenimiento de las libertades esenciales del hombre y del proceso hacia la democracia política y económica a que aspiran las grandes mayoría de este hemisferio.
El mantenimiento de un adecuado clima de inversión en cada país, para restaurar la confianza, sigue siendo condición esencial para que inversionistas nacionales y extranjeros continúen vinculando sus capitales en empresas de desarrollo que nuestras naciones requieren con urgencia. Al comprometerse a apoyar a sus gobiernos en los planes que en tal sentido pongan en marcha, las cámaras de comercio representadas hacen también un llamamiento a todos los empresarios para que, con fe en el futuro de nuestra América, perseveren en la lucha de crear producción y empleos, como medio de mantener un crecimiento económico y social, a pesar de las circunstancias adversas que puedan presentarse en cada país.
El IV Congreso Hemisférico de Cámaras de Comercio e Industria Latinas concluye que la recesión y crisis financiera internacional, la mala administración de los recursos del estado, la falta de una auténtica concertación a nivel interno entre las diversas fuerzas comunitarias y el ataque sistemático a que ha sido sometido el régimen de economía de mercado en América Latina, están debilitando la libre empresa y conducen a un proceso de estatización en todos los países, con grave riesgo para el mantenimiento de las libertades esenciales del hombre y del proceso hacia la democracia política y económica a que aspiran las grandes mayoría de este hemisferio.
El mantenimiento de un adecuado clima de inversión en cada país, para restaurar la confianza, sigue siendo condición esencial para que inversionistas nacionales y extranjeros continúen vinculando sus capitales en empresas de desarrollo que nuestras naciones requieren con urgencia. Al comprometerse a apoyar a sus gobiernos en los planes que en tal sentido pongan en marcha, las cámaras de comercio representadas hacen también un llamamiento a todos los empresarios para que, con fe en el futuro de nuestra América, perseveren en la lucha de crear producción y empleos, como medio de mantener un crecimiento económico y social, a pesar de las circunstancias adversas que puedan presentarse en cada país.
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