VIII Congreso (23 al 26 de septiembre de 1987)
CONCLUSIONES:
Nuestra convicción de que el máximo desarrollo del ser humano únicamente es factible en aquellas sociedades que se rigen por el respeto y promoción de las libertades fundamentales y que el derecho a la propiedad privada y al sistema de Libertad de Empresa son las respuestas económicas a este anhelo.
En la defensa de la Libre Empresa condenamos a los regímenes totalitarios, al terrorismo, a la corrupción, al narcotráfico y al crimen organizado, a los que combatiremos ideológica, económica, jurídica e institucionalmente en la medida de nuestras propias capacidades.
Confirmamos nuestro propósito de mantener y perfeccionar el fortalecimiento y la unidad de las cámaras de comercio e industria del continente, incrementando las relaciones políticas, económicas y sociales en búsuqeda de una América cada día más unida, con mayor bienestar y orgullosa de su libertad.
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